Autor: Alejandro Martinez Bailen
Bueno lo primero de todo es que creo que nos encontramos ante un nuevo paradigma en la educación que nos ha obligado a replanteárnosla y a llevar a cabo planes y acciones para intentar llegar más y mejor a los alumnos. De ahí que surja la nueva educación planteada como el aprendizaje a través de competencias y el aprendizaje significativo.
Creo que la educación basada en competencias tiene su mayor virtud en el aprendizaje significativo. Como bien describe Ausubel (1976) en el aprendizaje significativo se recogen los factores, elementos y condiciones que garantizan la asimilación de conocimientos. Es una teoría que pone como eje central a quien aprende.
Este nuevo modelo mejora el concepto memorista de retención de información ya que, para mí, al igual que otros autores, este se encuentra obsoleto. A través del aprendizaje significativo se retienen mejor los conocimientos porque es el propio alumno el que debe utilizar los conocimientos adquiridos para resolver el problema o la situación planteada.
Para esta adquisición de conocimientos me parece clave entender que el alumno no empieza de cero, si no que él ya parte con una serie de experiencias y aprendizajes en los cuales hay que inferir y conocer para que el aprendizaje significativo sea efectivo, como bien apunta Ausubel (1976). Este punto es de los que más interesantes y novedosos me ha parecido ya que establece una ruptura total con lo hasta ahora establecido por la educación más convencional. Como bien resume el autor: “Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría éste: de todos los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto, y enséñese consecuentemente”. (Ausubel, 1976)
Para que se produzca el aprendizaje significativo debe haber una implicación personal de quien aprende, una actitud reflexiva hacia el propio proceso y el contenido objeto de aprendizaje, surge así el carácter crítico. Hay que conocer las estructuras de la mente de las personas para poder adaptar los aprendizajes significativos.
Todos estos puntos son los que a mi parecer marcan la gran diferencia con la educación y el aprendizaje que yo obtuve en mi época escolar. Los profesores que tuve no tenían en consideración nada de lo expuesto en relación a la teoría del aprendizaje significativo. La gran mayoría de ellos enfocaban sus clases en los contenidos que había que dar. Y en su manera de impartir la asignatura desde luego no había cabida para tener en cuenta las experiencias previas de los propios alumnos y tampoco el contexto en el que se encontraban ni de donde venían. El eje de la enseñanza eran los contenidos y no el alumno como se plantea en esta nueva teoría del aprendizaje.
Aunque como refleja también Coll, este modelo es un avance, pero no supone el fin de los problemas educativos más bien como apunta el autor: “la historia de las ideas y del pensamiento educativo parece adoptar más bien la forma de un proceso de refundaciones sin fin que la de una evolución de ideas y planteamientos que se van enriqueciendo, afinando y diversificando de manera progresiva”. (Coll, 2007)
Obviamente debemos seguir trabajando y no creer que con este nuevo sistema educativo están todos los problemas resueltos. Pero si que es verdad que creo que mínimo estamos yendo en la dirección correcta y por lo cual este modelo basado en competencias y en el aprendizaje significativo es un gran avance.
En cuanto al ejemplo de actividad no competencial recuerdo cuando en lengua nos hacían escribir una redacción sobre algún autor simplemente habiéndonos leído lo que ponía en el libro de texto sobre él. Yo convertiría esta actividad en competencial y significativa haciendo que los alumnos realizarán un trabajo de documentación y escribirían en la redacción lo que más le había gustado o llamado la atención de la vida o de la obra del autor y posteriormente lo leyeran en clase para compartirlo con el resto de los compañeros.
Reflexión sobre las pruebas de lengua:
Las pruebas tal y como se ve reflejado, por parte del consejo superior de evaluación, sirven para medir el nivel de adquisición de las competencias y conocimientos por parte de los alumnos de 4º de la ESO. Con estas pruebas los centros obtienen la información del nivel de adquisición competencial y de conocimientos por parte de sus alumnos y a su vez los padres pueden obtener una prueba que resume el nivel de conocimientos y competencias que ha obtenido su hija o su hija durante la educación secundaria.
Yo creo que son necesarias este tipo de pruebas para obtener datos reales de como esta el nivel educativo, en este caso en Cataluña. Gracias a los resultados la consejería de educación puede elaborar herramientas que ayuden a los centros educativos para que en el futuro obtengan mejores resultados y por consecuencia los alumnos estén mejor preparados.
Las pruebas son competenciales porque miden a nivel competencial los aprendizajes obtenidos por parte de los alumnos en las diferentes áreas de conocimientos.
En cuanto las pruebas, lo primero que cabe destacar es que durante la pandemia la única competencia que no empeoro fue la comunicativa. Creo que este dato refleja que al fin y al cabo los alumnos tuvieron que seguir utilizando, y por lo cual, practicando, esta competencia ya que entre ellos tenían que comunicarse de forma escrita u oral porque no podían estar juntos físicamente. Todo ello lo hacían a través de la utilización de las redes sociales en donde en definitiva tiene que comunicarse utilizando las diferentes competencias lingüísticas.
Que los resultados tanto de las pruebas en catalán como en castellano sean las mismas habla de un marco donde se ve claramente que Cataluña es una sociedad bilingüe y que los alumnos no tienen ningún problema para obtener la consolidación de las competencias en ambas lenguas. Además, creo que las pruebas no dejan lugar a dudas ya que prácticamente son iguales. Ambas sirven principalmente para medir la comprensión lectora del alumno, la expresión escrita y el nivel lingüístico que poseen.
Respecto sobre si son o no necesarias estas pruebas yo opino que sí, porque sin ellas no podríamos saber cuál es el nivel de nuestros centros educativos. Y sin esta información no podríamos pensar en nuevas herramientas para mejorar la consolidación de aprendizajes y competencias por parte de los alumnos.
Por otro lado, sí que echo en falta algunas pruebas que reflejen, por ejemplo, si el alumno posee la competencia de la expresión oral.